martes, 22 de marzo de 2016

Pan de limón con semillas de amapola


INGREDIENTES:
2 limones rallados del árbol de la abuela Nerea.
30 gr de semillas de amapola.
350 gr de harina integral.
200 gr de azúcar moreno.
250 ml de leche entera.
200 gr de mantequilla.
3 huevos.
1 sobre de levadura en polvo.
1 cucharadita de sal.

PREPARACIÓN:
Mezcla la harina, la levadura y la sal. 
Bate por separado los huevos, el azúcar moreno y la ralladura de limón.
Cuando esté bien batido añade la leche. Derrite a fuego lento la mantequilla
 e incorpórala a la mezcla húmeda poco a poco mientras bates.
Una vez hayas conseguido una masa uniforme, agrega la mezcla seca.
Por último, mezcla las semillas se amapola con la masa, entreteniéndote sin prisas.
Introduce el bizcocho en el horno precalentado a 180º C durante una hora.

Probablemente porque podría alimentarme única y exclusivamente de pan lo que me queda de vida, ya sea en su versión más tradicional o en cualquiera de las múltiples  y refinadas variedades que se pueden encontrar en las modernas panaderías que se han dado en llamar "boutiques de pan" y que de un tiempo a esta parte han ido surgiendo como setas en la mayoría de las ciudades españolas, pocos títulos me han resultado tan evocadores y apetecibles como Pan de limón con semillas de amapola (Planeta. 2016). 

Eso unido a su portada, sencilla, delicada, femenina, convirtieron en un auténtico flechazo mi primer encuentro casual con este libro del que no tenía la más mínima referencia previa.

La primera novela de Cristina Campos (Barcelona, 1975) narra la historia de dos hermanas cuyas vidas, separadas en la adolescencia, han tomado rumbos bien distintos. Marina, tras salir del hogar familiar en Mallorca, ha ido dando tumbos por el mundo con mayor o menor éxito hasta llegar a Médicos sin Fronteras, donde es la responsable de una misión humanitaria en Etiopia y donde parece haber encontrado a su verdadera familia. Por su parte, Anna, que nunca ha salido de la isla, ve como su matrimonio se agota al mismo tiempo que el dinero de su marido, un empresario al que sus malas prácticas y la crisis económica han dejado sin blanca. Una inesperada herencia por parte de una desconocida obrará el reencuentro de ambas hermanas mientras intentan descubrir quién era Dolores Molí y por qué les ha legado su tahona y su molino.

Pan de limón con semillas de amapola está escrita con un estilo ágil y tremendamente visual que te mete en la historia desde el mismo comienzo y que hace que sus poco más de cuatrocientas páginas se lean en un santiamén.

Se trata de una novela que desprende una gran sensibilidad, por cuyas páginas desfilan los diferentes tipos de amor (el primer amor, el fraternal, el matrimonio, el materno-filial...) y bajo la que subyacen las diversas formas de enfrentarse a la maternidad.

Del mismo modo que la sola mención de su título despierta en mí el característico olor a pan recién hecho mezclado con un toque dulce, un punto ácido y un pellizquito salado, el resultado de Pan de limón con semillas de amapola es una historia que mezcla, en su justa dosis, el misterio, con la saga familiar y la chick-lit y que me ha gustado muchísimo.

En definitiva, una novela aparentemente sencilla, en la que se entremezclan temas complejos, perfecta para leer en cualquier momento y lugar y que encantará sobre todo al público femenino, por lo que la puntúo con un notable.