jueves, 23 de abril de 2015

La ciudad de los ojos grises



"Podrá nublarse el sol eternamente,
podrá secarse en un instante el mar..." 

Hay novelas en las que el espacio en el que transcurren tiene tanta importancia que se acaba convirtiendo en un personaje más de la misma. Y quizá haya sido precisamente porque no conozco Bilbao el motivo por el que me ha hecho falta más de un tercio del libro para empezar a entrar en la historia que nos propone Felix G. Modroño (Vizcaya, 1965).

La ciudad de los ojos grises (Algaida. 2012) comienza en la Nochebuena de 1914, cuando leyendo el periódico, Alfredo descubre la muerte de Izarbe, la mujer que ama desde que es un adolescente. Es entonces cuando decide abandonar su exilio voluntario en París para volver a su Bilbao natal en busca de respuestas no sólo sobre la repentina muerte de su eterna enamorada, sino sobre su propio pasado.

La acción transcurre en el momento histórico en que Bilbao va sacudiéndose su apariencia rural para empezar a transformarse en la ciudad industrial que terminaría siendo no mucho después. El relato está salpicado de lugares y personajes de la historia local como Unamuno, Indalecio Prieto, Sabino Arana, María de Maeztú, el café Iruña o el restaurante El Amparo. Pero lo que para muchos habrá supuesto el punto fuerte de la novela, la minuciosa ambientación histórica del Bilbao de principios del siglo XX, para mí ha sido todo lo contrario: En ocasiones me ha resultado forzada la inclusión de anécdotas en el relato, sacándome por completo de la historia y provocándome la tediosa sensación de estar escuchando una lección magistral a la que no recuerdo haberme apuntado.

Los misterios relacionados con el pasado de Alfredo me han resultado bastante predecibles, viendo por dónde iban a ir los tiros prácticamente desde el planteamiento de los mismos. Pero lo que se me ha atragantado es la trama relacionada con la muerte de Izarbe. Vale que un escritor tiene derecho a tomarse ciertas licencias literarias en aras de encajar los bolillos que componen su historia, pero ¿la mismísima Mata-Hari en Bilbao? Quiero decir: No me escribas una tesis doctoral sobre urbanismo e historia local bilbaína si te vas a pasar el rigor histórico por el arco de la peineta a media novela.

Así que si, como he dicho más arriba, se trata de una novela en la que me ha costado muchísimo entrar y cuando estoy empezando a hacerlo me cuelan a traición una historia sobre espías en la Primera Guerra Mundial, a nadie le sorprenderá que en mi particular calificación no alcance el aprobado. Aunque desde aqui os digo que se trata de un libro que tiene buenísimas críticas de otros lectores, hasta el punto de haber sido elegida la Mejor Novela del 2012 por los bloggers literarios y de haber recibido el Premio Libreros de Bizkaia en 2013. Lo que es incuestionable es que La ciudad de los ojos grises es un homenaje a la ciudad de Bilbao y que su autor ha sabido impregnar a toda la novela de ese ambiente sombrío característico tanto de la capital vizcaína como de la época en la que transcurre la acción.