"A menudo en la vida, cuando mejor crees que van las cosas,
es cuando más cerca estás de pifiarla a lo grande.
Una cagada épica y espantosa que antes de cometerla te parecerá una magnífica idea.
Tan buena que irás cantando y bailando hacia ella,
como una cucaracha que se zambulle en un barreño de insecticida haciendo un doble tirabuzón".
No es ningún secreto que los thrillers no son mis libros favoritos. Que mi afición por los thrillers cinematográficos es inversamente proporcional a mi interés por este género literario. Bueno, en realidad no es que no me interesen, lo que pasa es que me cuesta muchísimo dar con uno que colme mis expectativas, porque o bien intuyo por donde van los tiros hacia la mitad de la novela o porque incluyen tal catálogo de detalles macabros que directamente se me indigestan, por lo que al final casi siempre acabo decantándome por otro tipo de libros.
Pues bien, no sé qué tienen las novelas de Juan Gómez-Jurado (Madrid, 1977) que hace que literalmente las devore. Dice Gómez-Jurado de sí mismo que es hijo del cine americano. Tal vez sea eso, que sus historias parecen sacadas de un guión de Hollywood. O quizá que da la sensación de que Gómez-Jurado no se sitúa por encima de sus lectores, sino que los trata de igual a igual, que escribe lo que le gustaría leer. El caso es que su última novela, un tocho que roza las 600 páginas, me ha durado cinco días escasos entre las manos. Echen ustedes cuentas.
Pues bien, no sé qué tienen las novelas de Juan Gómez-Jurado (Madrid, 1977) que hace que literalmente las devore. Dice Gómez-Jurado de sí mismo que es hijo del cine americano. Tal vez sea eso, que sus historias parecen sacadas de un guión de Hollywood. O quizá que da la sensación de que Gómez-Jurado no se sitúa por encima de sus lectores, sino que los trata de igual a igual, que escribe lo que le gustaría leer. El caso es que su última novela, un tocho que roza las 600 páginas, me ha durado cinco días escasos entre las manos. Echen ustedes cuentas.
Sabeis que soy una firme defensora (y practicante) de que el lector debe enfrentarse a una lectura con la mínima información previa posible, y por eso escribo estas reseñas tan sui géneris (o quizá escribo así porque toda yo soy un poco sui géneris. El órden de los factores ya tal). Pero además, en el caso de Cicatriz (Ediciones B. 2015) se trata de una novela que sale hoy a la venta por lo que, cualquier cosa que yo dijera sobre su argumento podría ser interpretado como un acto de deslealtad e incluso como una indiscrección por parte de las hordas de seguidores del autor que esperan ansiosos hacerse con ella, por lo que apenas me detendré en su trama.
Basta con saber que transcurre en Chicago y que está protagonizada por un friki de la informática adicto a la Coca-Cola, quien, a falta de vida social, dedica sus días a perfeccionar una poderosa herramienta tecnológica de su invención que está a punto de cambiarle la vida.
Y dicho esto, seguimos para bingo. Me fascina el estilo literario de Juan Gómez-Jurado. Pero sobre todo lo que me gusta de este autor es que se nota que disfruta escribiendo, que estoy convencida de que es de esos escritores que sonríen mientras imagina las perrerías a las que someterá a sus personajes, y ese "sadismo" se traduce en un tono sarcástico que ejerce una atracción tan poderosa sobre mí que hace que no pueda parar de leer.
En mi opinión, Juan Gómez-Jurado es el escritor más polivalente de las letras españolas en la actualidad. Lo mismo te escribe una novela picaresca heredera del mismísimo Lazarillo de Tormes ('La leyenda del ladrón'. Planeta. 2012) que un angustioso thriller en el que el protagonista debe asesinar al Presidente de los Estados Unidos para salvar a su propia hija ('El Paciente'. Planeta. 2014).
En el caso de Cicatriz, estamos de nuevo ante un apasionante thriller, y si en 'El Paciente' Gómez-Jurado me dejó completamente boquiabierta con sus conocimientos sobre neurología y armamento (podeis leer la reseña que publiqué en su día aqui), os aseguro que el dominio que demuestra sobre temas tan complejos y diversos como informática/tecnología, técnicas y maniobras militares o el modus operandi de ciertas organizaciones criminales es absolutamente asombroso. Pero debo reconocer que por tratarse de temas complejos que a mí, particularmente, no me interesan especialmente, ha habido partes de la novela que me han resultado menos atractivas de lo que debieran.
Quizá por el simple hecho de que es la novela en la que dio vida a Mr.White (el malo más malo al que yo me haya enfrentado en mi vida lectora), yo me sigo quedando con 'El Paciente', pero estoy completamente convencida de que Cicatriz va a ser la novela de las navidades. Y si lo vuestro no son los thrillers, echadle un vistazo al resto de los títulos de Juan Gómez-Jurado y no dejeis de incluir alguno de ellos en vuestra carta a los Reyes Magos, porque vais a descubrir a un escritor de los que crean adicción.
En mi opinión, Juan Gómez-Jurado es el escritor más polivalente de las letras españolas en la actualidad. Lo mismo te escribe una novela picaresca heredera del mismísimo Lazarillo de Tormes ('La leyenda del ladrón'. Planeta. 2012) que un angustioso thriller en el que el protagonista debe asesinar al Presidente de los Estados Unidos para salvar a su propia hija ('El Paciente'. Planeta. 2014).
En el caso de Cicatriz, estamos de nuevo ante un apasionante thriller, y si en 'El Paciente' Gómez-Jurado me dejó completamente boquiabierta con sus conocimientos sobre neurología y armamento (podeis leer la reseña que publiqué en su día aqui), os aseguro que el dominio que demuestra sobre temas tan complejos y diversos como informática/tecnología, técnicas y maniobras militares o el modus operandi de ciertas organizaciones criminales es absolutamente asombroso. Pero debo reconocer que por tratarse de temas complejos que a mí, particularmente, no me interesan especialmente, ha habido partes de la novela que me han resultado menos atractivas de lo que debieran.
Quizá por el simple hecho de que es la novela en la que dio vida a Mr.White (el malo más malo al que yo me haya enfrentado en mi vida lectora), yo me sigo quedando con 'El Paciente', pero estoy completamente convencida de que Cicatriz va a ser la novela de las navidades. Y si lo vuestro no son los thrillers, echadle un vistazo al resto de los títulos de Juan Gómez-Jurado y no dejeis de incluir alguno de ellos en vuestra carta a los Reyes Magos, porque vais a descubrir a un escritor de los que crean adicción.